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«Lo mejor que les puede pasar es que, pasado un tiempo, esta fantástica idea se extienda por todo el mundo«.
El equipo de Plastic Odyssey, realista ante la contaminación por plásticos pero todo menos resignado, se ha embarcado en un ambicioso proyecto para sensibilizar al público en general, a las empresas y a los gobiernos navegando alrededor del mundo en un barco embajador de la lucha contra la contaminación por plásticos.
Con el objetivo de iniciar la creación de pequeñas plantas de reciclaje y fomentar la aparición de iniciativas locales de reducción de residuos, el buque Plastic Odyssey visitará África, América Latina y Asia-Pacífico. Esta capacidad de visión de conjunto y de compromiso pleno y concreto con nuestras convicciones convenció a la alta dirección del grupo Crédit Agricole para apoyar el proyecto Plastic Odyssey.
Tras una primera fase de apoyo de patrocinio en 2018, más de quince entidades del Grupo han decidido unir sus fuerzas para apoyar el lanzamiento de la expedición Plastic Odyssey en 2020.
Además de apoyar la expedición Plastic Odyssey, Crédit Agricole actúa contra la contaminación por plásticos reduciendo su propio impacto directo.
En los centros de Montrouge y Saint-Quentin-en-Yvelines, que acogen diariamente a más de 10.000 empleados del Grupo, se ha puesto en marcha una iniciativa para conseguir que no se utilice plástico de un solo uso. A finales de 2019 se presentarán propuestas concretas para su aplicación en 2020. Varias Mutuas Regionales también están trabajando para reducir su consumo de plásticos y fomentar el reciclaje.
El planteamiento de Plastic Odyssey consiste en utilizar las experiencias locales como punto de partida, con el objetivo de aportar soluciones a escala mundial. Es especialmente pertinente en un Grupo descentralizado y mutualista como Crédit Agricole, que combina una presencia internacional con estrechos vínculos con sus comunidades locales.
Esto es también lo que motivó a los altos ejecutivos del Grupo Crédit Agricole a apoyar el proyecto Plastic Odyssey, que adopta un doble enfoque medioambiental y socioeconómico para demostrar que los residuos plásticos pueden reutilizarse y reciclarse para convertirse en un recurso económico para la población de los países emergentes.
También queda mucho por hacer en los llamados países desarrollados. Al apoyar este proyecto, Crédit Agricole contribuye también a sensibilizar a la opinión pública sobre la necesidad de luchar contra el consumo excesivo de plástico, empezando por sus 141.000 empleados, 30.000 directivos y 51 millones de clientes.