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Colombia: Maribel y Miguel, artesanos del coco

En cada país y región donde se detiene la expedición Plastic Odyssey, el equipo conoce a hombres y mujeres que están tomando caminos originales para vivir con menos plástico. Es el caso de Maribel y Pablo, una pareja de emprendedores colombianos que utilizan cocos cultivados localmente para fabricar objetos duraderos y biodegradables.

Artesanía colombiana del coco

Desde muy joven, Maribel ha recorrido las calles de Cartagena vendiendo artesanía y productos comestibles como fruta, muy popular en el casco histórico de la ciudad. Fue así como conoció a su marido, entonces artesano. A partir de ese momento, la pareja unió sus fuerzas para crear objetos tanto para el turismo como para uso cotidiano.

Maribel y Pablo fundaron su pequeña empresa en 2013, especializándose en la fabricación de diversos objetos hechos con materias primas locales. Tras probar varios materiales, descubrieron el uso del coco y se especializaron en él.

«Me encanta trabajar con coco porque es natural, es bueno para el medio ambiente y el polvo de coco no me pone enfermo como otros materiales con los que he trabajado en el pasado». subraya Pablo durante nuestro encuentro.

El coco

El coco procede de una palmera que produce frutos durante todo el año. Como se puede encontrar en todas partes, todo el tiempo, el coco es muy apreciado en el Caribe, no sólo para comer, sino también para crear objetos sólidos y duraderos.

«Cada vez que utilizamos un coco, tenemos mucho cuidado de conservar la pulpa para hacer arroz con coco «el arroz con coco» y de conservar el líquido para hacer zumo enriquecido con vitaminas».

El proceso de producción

Maribel y Pablo no tienen taller; trabajan directamente en el balcón de su casa. Tienen unas pocas herramientas y una pequeña máquina para lijar el coco. El proceso de fabricación es bastante largo, ya que hay que vaciar la nuez y después secarla para extraer los restos de aceite. También hay que lijarlo hasta que la cáscara quede lisa. Por último, hay que pulir para darle el brillo natural tan especial del coco. Para obtener el producto final, se necesita al menos una hora de trabajo, sin contar la fase de secado.

Una profesión apasionante

Este oficio no siempre es fácil, ya que requiere mucho tiempo y cariño a cambio de poco retorno de la inversión. Pablo señala la fuerte competencia de los artículos de plástico baratos, a pesar de su considerable impacto en el medio ambiente. Dice que a veces se siente triste por tener que competir con grandes empresas que pueden vender su producto a mitad de precio.

Descubre las creaciones de Artesanias Favaber en Instagram: @artesaniasfavaber

Afortunadamente, su pequeño negocio aún les permite generar ingresos suficientes para alimentar a su familia y permitir que sus hijos continúen su educación. Venden sus productos en pequeñas tiendas para turistas y también en algunos restaurantes y grandes hoteles de la ciudad. Maribel está orgullosa de presentarnos sus productos y espera que la gente adopte los cocos como objetos cotidianos en la cocina, pero también como decoración en el hogar.

«Cuando organizo eventos especiales en casa, utilizo mi vajilla de coco porque es bonita y respeta el medio ambiente». Subraya Maribel.

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