Costa Rica: el problema de los residuos plásticos ligados a la menstruación
Los productos de protección menstrual son muy contaminantes debido a su carácter desechable y al predominio del plástico en su composición, sobre todo las películas protectoras y los aplicadores. Además de estas graves preocupaciones, los productos de protección menstrual presentan riesgos para la salud de las mujeres, debido a la presencia de sustancias químicas nocivas.
A pesar de los avances tecnológicos en muchos ámbitos de la sociedad, la higiene femenina sigue siendo un tema tabú y todavía hoy sufre sus consecuencias, sobre todo en los países en desarrollo.
Aprovechando nuestra escala en Costa Rica, nos interesamos por este tema para conocer mejor la postura de este país tropical, preocupado por el medio ambiente. Conocimos a Maria-Laura, cofundadora de la empresa Ciclica, que produce una gama de alternativas sostenibles al uso de plástico de un solo uso para la menstruación.
«Me apasionan todos los temas relacionados con la condición de la mujer, porque aún queda mucho por hacer en Centroamérica en materia de sensibilización. Además de fabricar productos de protección íntima para la mujer, organizamos talleres en comunidades desfavorecidas para que las mujeres cuiden su salud y adopten estilos de vida saludables».
Maria-Laura testifica.
CICLICA: pionera en higiene femenina eco-responsable
Ciclica es la primera empresa de América Central que ofrece un producto de este tipo. En 2018, la socia de Maria-Laura viajó a Alemania y descubrió la copa menstrual por primera vez. En aquel momento, este producto era prácticamente inexistente en Costa Rica. Así que las dos amigas decidieron diseñarlo y fabricarlo en su propio país para hacerlo más accesible y asequible a todas las mujeres. Se establecieron en un contexto en el que todavía había una serie de tabúes, pero consiguieron crear una cultura y un planteamiento de residuo cero dentro de su comunidad femenina. Para descubrir su cuenta de Instagram, haga clic aquí. Hoy, su reconocimiento nacional les ha llevado a ampliar su campo de acción a Centroamérica, en particular a Panamá, un país cada vez más interesado en esta alternativa ecológica. Para conocer mejor este mundo, tuvimos la oportunidad de visitar la fábrica donde se elaboran las copas menstruales.
Visita a la fábrica de copas menstruales
Cuando llegamos, nos pusimos las grandes prendas estériles para entrar en el laboratorio aséptico, donde cada empleado utiliza la precisión y destreza quirúrgicas para crear un producto de calidad superior. Pudimos ver el proceso de producción, desde la inyección de silicona en el molde hasta el enfriamiento, el endurecimiento del corte, el desmoldeo y el control de calidad.
Las copas menstruales se fabrican con silicona médica, un material hipoalergénico utilizado en el sector sanitario, sobre todo en cirugía. Aunque la silicona es un polímero sintético, no entra en la categoría de los plásticos híbridos. Su fabricación se basa en el silicio natural presente en la sílice (arenisca y cuarzo). El silicio procedente de estas fuentes es el segundo elemento más abundante del planeta, justo después del oxígeno, según la Royal Society of Chemistry.
Nuestra inmersión en Costa Rica nos permitió descubrir a María-Laura y su empresa, pionera en Centroamérica en la producción de alternativas sostenibles para la menstruación. Esta reunión fue una oportunidad para debatir las soluciones que existen para que el periodo reglamentario sea más respetuoso con el medio ambiente.
Gracias a los productos de Ciclica, ¡ya se han evitado más de 4 millones de residuos sanitarios desde que se fundó la empresa en 2019! «Tenemos que tomar medidas para reducir nuestro impacto medioambiental ahora, no mañana, si queremos poder permanecer más tiempo en este planeta». María-Laura, cofundadora de Ciclica Costa Rica, nos lo cuenta.