Costa Rica: MareBlu, turismo sostenible y lucha contra la contaminación costera
Costa Rica, famosa por su exuberante selva tropical y su impresionante biodiversidad, se ha ganado una reputación mundial por su compromiso con la conservación del medio ambiente. Por eso decidimos ir allí para conocer a los agentes locales y las iniciativas de reciclado de plásticos de este pequeño pero muy comprometido país.
Durante la clase magistral en la Universidad de Costa Rica, conocimos a Gerónimo, director y fundador de MareBlu, una organización dedicada a preservar los océanos. Esta iniciativa nos atrajo porque combina eficazmente acciones de limpieza de playas y costas, colaboración nacional e internacional y recogida y tratamiento de plásticos.
Gerónimo, el protector de los océanos
Gerónimo Ciuti, costarricense de origen italiano, creció en la capital, San José. Sus padres, de origen modesto, eran propietarios de una empresa familiar especializada en la fabricación textil. Desde muy pequeño, Gerónimo tuvo que seguir los pasos de la familia para ayudar a sus padres. Sin embargo, le disgustaba no hacer lo que realmente le apasionaba: pasar más tiempo junto al mar y cuidar del medio ambiente.
En 2018, decidió dejar la empresa familiar y mudarse a la región de Garabito, en Punta Leona, en la costa del Pacífico, para perseguir un sueño que le cambiaría la vida: crear su propia organización sin ánimo de lucro para combatir la contaminación por plástico en los océanos y proteger el medio ambiente.
Historia de MareBlu
Géronimo tenía una visión clara: crear una organización centrada en la conservación de las playas y la lucha contra la contaminación por plásticos. Inspirado por iniciativas como el proyecto 4Ocean en Bali y la asociación de voluntarios extranjeros de su primo, ha adaptado estos modelos para crear su propio concepto: misiones de voluntarios para limpiar las playas de la región.
El fundador no tardó en darse cuenta de que reclutar voluntarios sería todo un reto. Así que decidió extender su idea más allá de las fronteras desarrollando un modelo único al que llamó «Vacaciones a propósito». La idea era simple, pero poderosa: atraer turistas extranjeros a Costa Rica para pasar unas vacaciones soleadas y, al mismo tiempo, animarles a dedicar tiempo a hacer algo bueno por el planeta.
Cuando se lanzó MareBlu, Géronimo también se enfrentaba a considerables problemas financieros. Sin recursos suficientes, pidió ayuda a un amigo propietario de un hotel costero para alojar a los voluntarios extranjeros en un contenedor abandonado. Al mismo tiempo, aceptaba trabajos ocasionales los fines de semana y los días libres para financiar su proyecto.
Aunque muchos dudaban del éxito de MareBlu, Géronimo redobló sus esfuerzos para hacerlo realidad. Ha creado una fuerte identidad para su fundación produciendo artículos con la efigie del proyecto, como camisetas y gorras para destacar durante las limpiezas de playas. Al publicar oportunidades de voluntariado también en plataformas internacionales, atrajo rápidamente la atención.
Conocer a Paola, su compañera, fue un momento clave de la historia, ya que rápidamente se implicó en MareBlu con un entusiasmo desenfrenado. El proyecto ha crecido en popularidad y su reputación se ha consolidado hasta tal punto que ahora las reservas llegan directamente a través del boca a boca y de su página web.
Un camión de aventuras para la recogida de plásticos
Para añadir un toque de originalidad a su concepto, Géronimo ha adquirido un camión de aventura dedicado a la limpieza de playas. Tras la recogida, todos los residuos se transportan por todo el país para su tratamiento y reciclado. El modelo de negocio de MareBlu se basa en la participación voluntaria con alojamiento, operaciones de limpieza para empresas y un innovador programa «No Plastic to Landfills», que garantiza el reciclado de residuos. Con estas fuentes de ingresos bien establecidas y un patrocinador para su vehículo, MareBlu ha conseguido transformar una idea ambiciosa en una próspera organización dedicada a preservar el medio ambiente.
Hacia un futuro prometedor
Gerónimo no tiene intención de detenerse ahí, ya que quiere adquirir un gran barco que le permita recorrer la costa costarricense e intensificar así su acción de limpieza. También está realizando pruebas para crear adoquines de plástico-arena como solución al problema de las islas del Golfo de Nicoya, contaminadas por plástico.
El modelo de «Beach Cleanup» existe en todo el mundo, pero el de MareBlu es un buen ejemplo de éxito, ya que consigue enlazar cada una de las etapas para ser sostenible y autosuficiente. Fomenta el turismo sostenible atrayendo a los viajeros extranjeros para que se impliquen durante su visita y concienciándoles sobre la contaminación por plásticos en los océanos. Ofrece una experiencia inolvidable gracias a su original concepto, y trabaja con los transformadores de la región al tiempo que contribuye a la economía local del país.