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Cangrejos, plástico y educación: la historia de la comunidad ecuatoriana de Punta de Piedra

La Comuna Punta de Piedra es una pequeña comunidad ecuatoriana situada en el Golfo de Guayaquil, a una hora en piragua de la ciudad costera. En esta zona aislada, los habitantes no tienen acceso a agua potable, electricidad ni servicios esenciales.

Por no hablar de que todos los residuos de la ciudad más poblada del país llegan a las costas de la comunidad, contaminando el agua y la fauna marina. Para ayudar a los habitantes de esta zona vulnerable, Ezéquiel, de la Fundación Proyecto Social, ha puesto en marcha un ingenioso proyecto sostenible que permitirá a las familias mejorar sus condiciones de vida.

Un ecosistema devastado por la contaminación plástica

La comunidad de Punta de Piedra, que se enfrenta a un elevado umbral de pobreza, depende en gran medida de la pesca artesanal para sus ingresos, sobre todo de cangrejos y langostinos. Sin embargo, esta actividad se ve obstaculizada por la contaminación plástica que asola su entorno vital. Los manglares desempeñan un papel crucial en el ecosistema, ya que actúan como filtros naturales, purifican el agua y almacenan grandes cantidades de carbono. Por desgracia, estos árboles costeros están acumulando plástico entre sus raíces, lo que está teniendo graves consecuencias para su salud.

Por su parte, los cangrejos, esenciales para el equilibrio ecológico, confunden el plástico con su alimento habitual, introduciendo objetos de un solo uso en sus agujeros e ingiriéndolos después. Por tanto, los mariscos se contaminan y esparcen micropartículas de plástico en el suelo, que se vuelve cada vez menos fértil.

«El plástico está por todas partes. En los agujeros de los cangrejos hay cucharas de plástico y todo tipo de basura. Si no lo recogemos, la vida de los cangrejos y el futuro de la pesca estarán realmente en peligro»., dice Jacqueline Bella, residente local, pescadora de cangrejos, recicladora y agricultora.

Para proteger su medio ambiente y obtener ingresos extra, muchos habitantes de la zona se han unido para recoger plástico reciclable: «Cuando no hay mariscos, limpiamos las orillas recogiendo el plástico y luego vamos a venderlo a la ciudad (en Guayaquil) para poder sobrevivir y alimentar a la familia». Jacqueline también testifica.

Una moneda local que facilita la educación

Además, pocos niños tienen la oportunidad de ir a la escuela, ya que tienen que pagar $2 por el viaje en barco. Hace 6 años, Ezéquiel Castro, fundador de la Fundación Proyecto Social, con la ayuda de voluntarios y donantes privados, puso en marcha un proyecto piloto para que el plástico recogido en la comunidad pudiera ser utilizado por los jóvenes para estudiar. Ha creado una moneda local que los niños pueden obtener a cambio del plástico recogido en la comunidad. Con estas pequeñas monedas redondas, pueden pagarse el viaje de vuelta en piragua a la escuela.

Este planteamiento pretende sensibilizar a los niños desde una edad temprana, animándoles a desarrollar una conciencia social y a contribuir a preservar su entorno, al tiempo que les ofrece acceso a la educación, allanándoles el camino hacia un futuro más prometedor.

Una piragua segura y educativa

Durante nuestra visita a la comunidad, Ezéquiel nos dijo que hoy era un día especial para la comunidad:

«Estamos celebrando la inauguración de un nuevo barco especialmente diseñado para llevar a los niños a la escuela, mucho más seguro y educativo, ya que también pretende ser una biblioteca móvil.» afirma Ézequiel Castro.

En el techo del barco hay una selección de libros a disposición de los niños para ayudarles a desarrollar su pasión por la lectura.

Gracias a este proyecto, más de 170 familias de la comunidad han recibido un impacto positivo. Este proyecto piloto se ha convertido en un modelo de éxito que se reproducirá en otras comunidades vulnerables de la región.

La conmovedora historia de Punta de Piedra demuestra una vez más la fuerza de la comunidad, la voluntad de unirse para avanzar hacia un mundo mejor y la resistencia de las comunidades frente a la contaminación por plásticos.



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